En Taiwán, la industria del té se basa en una producción artesanal. Esto quiere decir que la gran mayoría de los productores son pequeños y cada uno tiene su sello distintivo, de ahí la riqueza en sabores, aromas, sensaciones y tipos de té que se pueden encontrar en este pequeño país.
Cada zona productora de té en Taiwán le da ciertas características al producto final, le aporta con terroir y con sus condiciones climáticas únicas.
Li Shan por ejemplo se caracteriza por ser una zona de gran altura, las plantaciones están al rededor de los 2.000 msnm y los Tés Wulong más famoso de esta montaña tienen notas florales como el Jazmín y notas vegetales muy marcadas, además de ser muy refrescantes y dulces.
Por otro lado el Te Wulong de Ali Shan, de altura levemente menor llegando a los 1.600 msnm, se caracteriza por notas más vegetales que florales, pero manteniendo un dulzor exquisito.
A pesar de las características únicas de cada zona, el factor más relevante en la obtención de un té balanceado y rico en aromas es el humano, ya que son los maestros de cada paso productivo los que le sacarán el mayor provecho a las hojas. Gracias a esto es que podemos encontrar un excelente Té Wulong de Shan Lin Xi (otra zona de producción) que se asemeje a los mejores tés de Li Shan...Aquí no hay una fórmula estándar.
Hay zonas famosas en Taiwán donde las familias productoras de té alcanzan la 5ta generación de maestros en su área, imagína lo que han aprendido en ese tiempo.
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